La noticia de tu muerte me
llegó hoy a las tres de la tarde (...) Escuché tu nombre, mal pronunciado (...)
El mundo estuvo parado ese segundo. Después le dije a Mariana y Pablo:
"Era mi hija"...
"Ustedes no nos matan, nosotros elegimos morir".Eso dijo la joven gerrillera montonera Victoria Walsh, antes de suicidarse para evitar su muerte a manos de un pelotón del ejército argentino. |
Querida Vicky:
La noticia de tu muerte me llegó hoy a las tres de la tarde. Estábamos en
una reunión cuando empezaron a transmitir el comunicado. Escuché tu nombre, mal
pronunciado, y tardé un segundo en asimilarlo. Maquinalmente empecé a
santiguarme como cuando era chico. No terminé con ese gesto. El mundo estuvo
parado ese segundo. Después le dije a Mariana y Pablo: "Era mi hija".
Suspendí la reunión.
Estoy aturdido. Muchas veces lo temía. Pensaba que era excesiva suerte no ser golpeado, cuando tantos otros son golpeados. Sí, tuve miedo por vos, como vos tuviste miedo por mí, aunque no lo decíamos. Ahora el miedo es aflicción. Sé muy bien porqué cosas has vivido, combatido. Estoy orgulloso de esas cosas. Me quisiste, te quise. El día que te mataron cumpliste 26 años. Los últimos fueron muy duros para vos. Me gustaría verte sonreír una vez más.
Estoy aturdido. Muchas veces lo temía. Pensaba que era excesiva suerte no ser golpeado, cuando tantos otros son golpeados. Sí, tuve miedo por vos, como vos tuviste miedo por mí, aunque no lo decíamos. Ahora el miedo es aflicción. Sé muy bien porqué cosas has vivido, combatido. Estoy orgulloso de esas cosas. Me quisiste, te quise. El día que te mataron cumpliste 26 años. Los últimos fueron muy duros para vos. Me gustaría verte sonreír una vez más.
No podré despedirte, vos sabés por qué. Nosotros morimos perseguidos, en
la oscuridad. El verdadero cementerio es la memoria. Ahí te guardo, te acuno,
te celebro y quizá te envidio, querida mía. Hablé con tu mamá. Está orgullosa en su dolor, segura de haber entendido tu
corta vida, dura, maravillosa vida.
Anoche tuve una pesadilla torrencial, en la que había una columna de fuego poderosa pero contenida en sus límites, que brotaba en alguna profundidad.
Anoche tuve una pesadilla torrencial, en la que había una columna de fuego poderosa pero contenida en sus límites, que brotaba en alguna profundidad.
Hoy en el tren un hombre decía: "Sufro mucho. Quisiera acostarme a
dormir y despertarme dentro de un año". Hablaba por él pero también por
mí.
El periodista, escritor y militante revolucionario Rodolfo
Walsh, fue asesinado por la dictadura militar argentina (1976-1983). Su hija -"Hilda"- fue una líder del Movimiento Montonero; falleció el 29 de septiembre de 1976,
cercada por 150 militares argentinos, frente a un grupo de ellos y sobre el
techo de alguna casa de Buenos Aires en la calle Corro. Tenía 26 años. Se suicidó con un tiro en la sien.
Gracias Carlos, por no dejar que olvidemos tantas barbaridades.
ResponderEliminarSaludos
Esta carta del padre, que sería asesinado después, a la hija, que elige morir, antes de entregarse a la barbarie enemiga, es una conmovedora síntesis de tantos que decidieron entregar, como diría Pío Tamayo, su valer y su valor, a la tarea de la redención de una humanidad que parece no bastarle tanto sacrificio, tanta muerte, tan inmensas pérdidas, para torcerle el curso a la historia de asesinos que define lo que somos. Algún día la historia de los sepultureros dará paso a la historia de la vida compartida, y todos ellos serán la vigorosa base sobre la cual se levante y extienda la vida verdadera.
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