Matilde y Pablo en Isla Negra |
"...Construí con hacha, cuchillo,
cortaplumas, estas madererías de amor y edifiqué pequeñas casas de catorce
tablas para que en ellas vivan tus ojos que adoro y canto"
Señora mía muy amada, gran padecimiento tuve al
escribirte estos mal llamados sonetos y harto me dolieron y costaron, pero la
alegría de ofrecértelos es mayor que una pradera. Al proponérmelo bien sabía
que al costado de cada uno, por afición electiva y elegancia, los poetas de
todo tiempo dispusieron rimas que sonaron como platería, cristal o cañonazo.
Yo, con mucha humildad hice estos sonetos de madera, les di el sonido de esta
opaca y pura substancia y así deben llegar a tus oídos. Tu y yo caminando por
bosques y arenales, por lagos perdidos, por cenicientas latitudes, recogimos
fragmentos de palo puro, de maderos sometidos al vaivén del agua y la
intemperie. De tales suavizadísimos vestigios construí con hacha, cuchillo,
cortaplumas, estas madererías de amor y edifiqué pequeñas casas de catorce
tablas para que en ellas vivan tus ojos que adoro y canto. Así establecidas mis
razones de amor te entrego esta centuria: sonetos de madera que sólo se
levantaron porque tú les diste la vida.[1]
Octubre
de 1959
De su libro
Cartas de amor
(2010)
FINAL
"Fue
tan bello vivir
cuando
vivías!
El mundo es
más azul y más terrestre
de noche,
cuando duermo
enorme,
adentro de tus breves manos".
De El mar y las
campanas.
Otras
cartas de
[1] Transcribimos la carta publicada por Mundo Poesía, en la que Pablo Neruda (1904-1973) se refiere a
los Cien sonetos de amor, uno de los libros – el otro fue Los
versos del capitán- que el poeta dedicó a Matilde Urrutia (1912-1985),
con quien vivió el amor más largo, variado y prolíficamente literario de toda
su vida. Por su interés, recogemos aquí las palabras editadas el 5 de febrero de 2010 por El Cultural del diario español EL
MUNDO, con motivo de la publicación por Seix Barral de sus
inéditas Cartas de amor. E igualmente aconsejamos detenerse en el
espléndido trabajo editorial del diario español El PAÍS,
con los originales y su transcripción de algunas de sus cartas bellamente
encarnados en formato PDF. Hemos querido cerrar la carta que sacamos con los
versos finales de el poema FINAL, que probablemente fuera el último de los que
escribiera el poeta, y que salió a la luz en su libro póstumo El mar y
las campanas.
Recuerdo haber tenido en mis manos esas "Cartas de P. Neruda a M.Urrutia" y confieso que al poco de leer, me fueron aburriendo...No sé bien por qué no terminan de sobrecogerme que es lo que yo quisiera que me pasara con la palabra de un poeta. Sin embargo, "los versos de Capitan" son hermosos y si me apuras, las verdaderas cartas de amor. Con seudónimo porque aún estaba vigente Delia del Carril y según dicen, no quería dañarla...
ResponderEliminarMirá que cosas lindas le dijo a Matilde...
Detrás de todas
me voy.
Pero a ti, sin moverme,
sin verte, tú distante,
van mi sangre y mis besos,
morena y clara mía,
alta y pequeña mía,
ancha y delgada mía,
mi fea, mi hermosura,
hecha de todo el oro
y de toda la plata,
hecha de todo el trigo
y de toda la tierra,
hecha de toda el agua
de las olas marinas,
hecha para mis brazos,
hecha para mis besos,
hecha para mi alma.
Está bien para un enamorado impenitente como fue él.
Maravillosa, sí, la carta a Matilde.
ResponderEliminarUn gusto haber llegado a tu casa.
Saludos...