Brenda Venus |
"...Todo está escrito en tus ojos..."
Esta mañana ha llegado tu maravillosa, maravillosa carta. La he leído con lágrimas en los ojos. Dios mío, qué bellamente expresas tus pensamientos y sentimientos. A veces, mientras te leo, me pongo a temblar y me pregunto: ¿Es posible que hable de mí?, ¿Quién soy yo? ¿Quién es ese Henry Miller?. Y todas esas cosas. No parece posible que una persona pueda despertar tanto amor, tanta adulación y adoración. Brenda, Brenda, me dejas mudo, ante tan amorosa elocuencia, mi lengua queda atada. Me preguntas si veo todo eso en tus ojos. Naturalmente que sí, amada mía. Todo está escrito en tus ojos. Y en toda Tú. Vibras por todos tus poros, incluso cuando no dices nada. Sabes, muchas veces me despierto de noche, enciendo la luz y miro tu foto, tu imagen es la estantería. Siempre irradia no sólo belleza sino pureza, integridad, confianza.
Pienso en ti como una flor del profundo sur, con toda su esplendorosa fragancia y aparente fragilidad. En realidad, eres tan fuerte como un tigre, y tan peligrosa, si estás enfadada. Me temo. Mi visión se debilita. He estado escribiendo sin gafas. Pero con tal de saber de ti soy capaz de cualquier cosa. Sí, mi querida, mi queridísima Brenda, sólo gracias a ti continúo vivo. Lo sé mejor que nadie. Te amo, te amo, te amo. Lo eres todo para mí.
Tu Henry.
Fuente: Henry Miller,
Querida Brenda.
Seix Barral 1986
CARTAS A BRENDA VENUS
Primera carta de Henry Miller a Brenda Venus...
Segunda Carta de Henry Miller a Brenda Venus
Tercera carta de Henry Miller a Brenda Venus
Carta cuarta de Henry Miller a Brenda Venus
Quinta carta de Henry Miller a Brenda Venus
CARTAS A ANAIS NIN
Dos cartas tumultuosas de Henry Miller a Anaïs Nin
Carta de despedida de Henry Miller a Anaïs Nin
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Lo siento, por mucho que sea de H. Miller, no me gusta esta carta; es "pura literatura" ... Eso de "leer una carta con lágrimas en los ojos", por ejemplo, debe sentirse no decirse nunca... es un ejemplo de la más pura cursilería ¡Vamos! qué así escribe el obsceno depredador de "Trópico de Capricornio"...¡viejíto tenía que estar. Sí!
ResponderEliminarMi estimado Carlos,
ResponderEliminarestoy convencida, salvo que nos dejemos "morir", que la sexualidad y el amor fenecen con el último aliento de vida.
Las diferencias de edades entre los protagonistas me lo confirma. Brenda era una mujer bellísima y por eso puedo entender la locura que debió haber sentido este hombre tan pasional en las postrimerías de su vida.
Admiro a Henry Miller y estas cartas me han gustado especialmente.
Besos desde el Sur y buen finde para tí.
REM
Admiro igualmente a Henry Miller, pienso que para el amor, la pasión y la locura no hay edades, es curioso el debate que siempre provoca este tema, por supuesto que se humedecen los ojos al leer una ternura, estamos faltos de ella, sin mirar la edad o las arrugas.
ResponderEliminarGracias por tu blog, me pierdo en él leyendo hermosuras...
Un abrazo