"amor mío, querría saber decirte
cuánto deseo que todo esto permanezca, nos permanezca, nos permanezca
siempre"
[París, ] lunes [7?.1.1952],
las diez
Maia, amor mío, querría saber decirte cuanto deseo
que todo esto permanezca, nos permanezca, nos permanezca siempre.
Mira, tengo la impresión al ir hacia ti, de dejar
un mundo, de oír a las puertas dar portazos a mis espaldas, puertas y puertas,
porque son numerosas las puertas de este mundo hecho de malentendidos, de
falsas claridades, de engaños. Quiero que me queden todavía otras puertas,
quizá no haya cruzado aún toda la extensión sobre la que se extiende esa red de
signos que inducen al error –pero llego ¿me oyes?, me acerco, el ritmo, –lo
siento – se acelera, los fuegos engañosos se apagan uno tras otro, las bocas
mentirosas se cierran sobre su baba –nada de palabras, nada de ruidos, ya nada
que acompañe mi paso –
Estaré ahí, a tu lado, dentro de un instante,
dentro de un segundo que inaugurará el tiempo.
Paul
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Celan
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Celan-Lestrange
Algunos poemas de Paul
Celan
________________________
© Herederos de Paul
Celan y de Gisèle
Celan-Lestrange
En caso de reproducción, rogamos se cite la
autoría
Fuentes: conviene recordar el artículo de Antonio Colinas en El
Cultural del diario EL MUNDO el 27 de noviembre de 2008, con
motivo de la aparición en los talleres de la editorial Siruela de la voluminosa Correspondencia entre Paul Celan y Gisèle
Celan-Lestrange. Hemos
tomado como referencia la transcripción hecha por Javier Galarza en sus Notas
y ensayos, uno de los espacios más interesantes y completos de la red.
Galarza nos apunta que "las imágenes utilizadas por el poeta en esta carta recuerdan el
mundo de Franz
Kafka, sobre quien Celan estaba escribiendo un trabajo en el momento de
redactar estas líneas. La imagen de las puertas volverá a ser utilizada
por Celan en el Epitafio a François, primer hijo de la pareja,
tempranamente fallecido", y que reproducimos aquí por su especial belleza.
Epitafio para Francois
Las dos puertas del mundo
están abiertas:
abiertas por ti
entre dos noches.
Las oímos golpear y golpear
y llevamos lo incierto,
y llevamos lo vivo a tu siempre.
Octubre 1953
Yad Vashem
No olvidar
6 comentarios:
Carlos, podría decirte que amo a Paúl Celan. Desde que leí "Benedicta" quedé tocada profundamente por su palabra . Demostró que Adorno se equivocaba, que existe poesía después de Auschwitz, una poesía de una desolación que él obligó a transmutarse en verbo y decir lo indecible.
Su historia con Gisele es pura y trágica. Lo que vivió lo incapacitó para un amor sereno. Ambos lo aceptaron... esas puertas cerradas con violencia finalmente prevalecieron pero, aún así, ella mantuvo la suya abierta. La entiendo...¡cómo no amar a Celán!!
Me apasioné.
M.
YAD VASHEM
NO OLVIDAR
Imposible...
No podrías haber puesto mejor epitafio para tal pérdida.
Un abrazo, Carlos
Paul Celan en:
Silence (suicidas ejemplares)
http://silence-silencers.blogspot.com
Grandioso epitafio ¡Qué golpe!
Creo que es mi favorita o al menos me ha parecido maravillosa. Gracias, Carlos!!
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