miércoles, 28 de marzo de 2012

Igeret HaRamban: (La Carta del Ramban)





"Todas tus palabras serán amables, con tu cabeza inclinada, tus ojos viendo hacia el piso y tu corazón enfocado hacia arriba... Considera a todo el mundo como mayor que tú . Si él es sabio o rico, debes darle respeto. Si él es pobre y tú eres más rico –o más sabio- que él, considera que eres más culpable que él, y que el es más meritorio que tú...!" 

Jerusalén antiguo 
Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no descuides la Torá de tu madre (Mishlé / Proverbios 1:8). 

Adquiere el hábito de hablar siempre calmadamente a todo hombre y a toda hora. Y con esto te salvarás de la ira, un serio defecto de carácter que hace pecar a los hombres. Como dijeron nuestros Rabinos (Nedarim 22ª): quien quiera que estalla en ira, todo tipo de infiernos (Gehinam) dominan sobre él, como está escrito (Kohelet/Eclesiastés 12:10), “Destierra la ira de tu corazón y aparta el mal de tu carne”. “Mal” significa aquí Gehinam, como leemos (Mishlé/Proverbios 16:4): “...y los malvados están destinados al día del mal”.

Una vez que te hayas salvado de la ira, la cualidad de la humildad entrará en tu corazón. Esta cualidad es la mejor de todos los rasgos admirables (ver Avodah Zarah 20b), porque (Mishlé /Proverbios 22:4), “Siguiendo a la humildad llega el temor a D-os”. A través de la humildad también llegará a tu corazón la cualidad del temor a D-os. Hará que siempre pienses acerca de (ver Avot 3:1) tu proveniencia y de tu destinación, y que mientras estás vivo eres siempre como un gusano, y lo mismo después de tu muerte.
Mar de Galilea
También te recordará ante Quién has de ser juzgado, ante el Rey de la Gloria, y está escrito (Melajim I/Reyes I 8:27; Mishlé/Proverbios 15:11), “Ni siquiera el cielo ni los cielos del cielo pueden Contenerte” – “¡Cuánto menos el corazón de los hombres!”. También está escrito (Yirmeyahu/Jeremías 23:24), “¿Acaso no lleno Yo cielo y tierra? Dice D-os”.
Y cuando pienses en todas estas cosas temerás de tu Creador y te protegerás del pecado y con estas cualidades serás feliz con tu porción. Y cuando actúes humildemente y te avergüences de todo hombre y les temas, y te cuides del pecado, el espíritu de la Shejina y Su Gloria irradiante y la vida del Mundo por Venir descansarán sobre ti. Y ahora, hijo mío, entiende y observa que el que se enorgullece en su corazón sobre las criaturas, se está rebelando contra la Realeza de D-os, porque se está adorando a sí mismo con las vestiduras del reino de los Cielos, como está escrito (Tehilim/Salmos 93:1), “Hashem reina, El viste ropas de orgullo”.
¿Y con qué habría uno de sentirse orgulloso? ¿A causa de la riqueza? D-os lo hace a uno pobre o rico (Shmuel Alef /Samuel I 2:7). ¿Es a causa del honor? Pertenece a D-os, como leemos (Divrei Hayamim Alef/Crónicas I 29:12), “Riqueza y honor vienen de Ti”. ¿Así que, cómo podría uno adornarse con el honor de D-os? ¡Y alguien que está orgulloso de su sabiduría seguramente debe saber que D-os!: “aparta el habla de hombres locuaces y quita el razonamiento de los sabios” (Iyov/Job 12:20).

Mar Muerto
De modo que vemos que todo el mundo es igual ante D-os, ya que con Su ira Él rebaja a los orgullosos y cuando Él lo desea levanta a los que están abajo. ¡Así que rebájate y D-os te elevará!. Por consiguiente, ahora te explicaré cómo comportarte siempre humildemente.
Todas tus palabras serán amables, con tu cabeza inclinada, tus ojos viendo hacia el piso y tu corazón enfocado hacia arriba. No mires al rostro de la persona con quien estás hablando. Considera a todo el mundo como mayor que tú . Si él es sabio o rico, debes darle respeto. Si él es pobre y tú eres más rico –o más sabio- que él, considera que eres más culpable que él, y que el es más meritorio que tú, dado que cuando él peca lo hace por error, ¡mientras que tú lo haces deliberadamente!
En todas tus acciones, palabras y pensamientos y en toda hora, considera en tu corazón como si estás parado ante D-os, con su Shejina encima de ti, porque Su gloria llena el mundo entero. Y tus palabras serán con temor y espanto, como un esclavo de pie ante su amo. Avergüenzate ante todo el mundo.
Cuando alguien te llama, no contestes en voz alta, sino gentil y suavemente, como alguien parado ante su amo.
Cuida de estudiar siempre la Torá diligentemente, de modo que seas capaz de cumplir sus mandamientos. Cuando te levantes de tu aprendizaje reflexiona cuidadosamente acerca de lo que has estudiado, a fin de ver qué hay en ello que puedas poner en práctica.
Cuevas de Qumram
Examina tus acciones todas las mañanas y todas las noches, y de esta manera en todos tus días habrá teshuvá (arrepentimiento). Concéntrate en tus Tefilot removiendo todas las preocupaciones mundanas de tu corazón. Prepara tu corazón ante D-os, purifica tus pensamientos y piensa en lo que vas a decir antes de sacarlo de tu boca.
Y así harás todos los días de tu vana vida y no pecarás. De esta manera, todos tus palabras, acciones y pensamientosrectos y tu Tefila será pura, clara, limpia, devota y aceptable a D-os, pues como está escrito (Tehilim/Salmos 10:17), “Cuando su corazón está dirigido a Ti, escúchales”.
Lee esta carta al menos una vez por semana y no descuides ningún aspecto de ella. Cumple con su contenido y, al hacerlo, camina con ella para siempre por los senderos de D-os, Bendito sea, de modo que tengas éxito en todos tus caminos.
Así tendrás éxito en todos tus caminos y merecerás el Mundo por Venir que se encuentra escondido para los Tzaddikim. Y cada día que leas esta carta el cielo responderá siempre conforme a los deseos de tu corazón. ¡Amén, Sela!


Rabino Moshe Levy





Extraído de una compilacion de los libros sagrados para el cumplimiento de esta mitzva. Por el Rabino Moshe Levy, Benei Brak, Israel. 
Debo esta sabia reflexión sobre los efectos devastadores del orgullo en el corazón de los hombres a Simy Benarroch, que puso en mis manos el contenido de esta página argentina dedicada al estudio de la Tora
La Carta de Ramban nos pone, además, sobre la pista de uno de los usos más antiguos y menos explorados de la literatura epistolar: la enseñanza moral.







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