viernes, 20 de mayo de 2011

Carta de Julio Cortázar a Alejandra Pizarnik



"El poder poético es tuyo, lo sabés, lo sabemos todos los que te leemos; y ya no vivimos los tiempos en que ese poder era el antagonista frente a la vida, y ésta el verdugo del poeta."




París, 9 de septiembre de 1971

Mi querida, tu carta de julio me llega en septiembre, espero que entre tanto estés ya de regreso en tu casa. Hemos compartido hospitales, aunque por motivos diferentes; la mía es harto banal, un accidente de auto que estuvo a punto de. Pero vos, vos, ¿te das realmente cuenta de todo lo que me escribís? Sí, desde luego te das cuenta, y sin embargo no te acepto así, no te quiero así, yo te quiero viva, burra, y date cuenta que te estoy hablando del lenguaje mismo del cariño y la confianza –y todo eso, carajo, está del lado de la vida y no de la muerte. Quiero otra carta tuya, pronto, una carta tuya. Eso otro es también vos, lo sé, pero no es todo y demás no es lo mejor de vos. Salir por esa puerta es falso en tu caso, lo siento como si se tratara de mí mismo. El poder poético es tuyo, lo sabés, lo sabemos todos los que te leemos; y ya no vivimos los tiempos en que ese poder era el antagonista frente a la vida, y ésta el verdugo del poeta. Los verdugos, hoy, matan otra cosa que poetas, ya no queda ni siquiera ese privilegio imperial, queridísima. Yo te reclamo, no humildad, no obsecuencia, sino enlace con esto que nos envuelve a todos, llámale la luz o César Vallejo o el cine japonés: un pulso sobre la tierra, alegre o triste, pero no un silencio de renuncia voluntaria. Sólo te acepto viva, sólo te quiero Alejandra.  
Escribíme, coño, y perdoná el tono, pero con qué ganas te bajaría el slip (¿rosa o verde?) para darte una paliza de esas que dicen te quiero a cada chicotazo.



Julio

  



 Grandes Obras de 
El Toro de Barro
Shamer Khair, en Carlos Morales COEXISTENCIA, Antología de la poesía israelí -árabe y hebrea- contemporánea.
2ª Edición. PVP 10 euros 
edicioneseltorodebarro@yahoo.es

En todo lugar
hay un precipicio para los valientes
y una sombra para los exhaustos
y un manantial volcando su frialdad.
En todo amanecer
hay rocío para los temblorosos
y luz para los amantes
y frías piedras y salvajes pastos.
En todo anochecer
hay sosiego para los tempestuosos
y liviandad para los solitarios
y una roca para los que yacen al final del camino.

Otros poemas de





"El Profeta", de Carlos Morales. De su Libro "S". Ilustración Leonardo da Vinci


 

 









18 comentarios:

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Impresionante carta, de un Cortázar cabredísimo con Alejandra. Lógico, la estimaba demasiado para permancer inalterable ante su depresión, su pesimismo.
Impactante tesoro rescatas querido amigo, los pelos como escarpias tengo...

Besos

carmen dijo...

Es tan fácil caer en la desidia, en la rutinam en la soledad del día a día; a veces cuando te ves muerta en ojos de otros suelen aparecer sacudidas de espanto o de lucidez. Pero ella simplemente no creyó en ella...resumo su vida en una frase que nos dejó ...."Mis contenidos imaginarios son tan fragmentarios, tan divorciados de lo real, que temo, en suma, dar a luz nada más que monstruos. (...) Creo que se trata de un problema de distribución de energías. Pero lo esencial es la falta de confianza en mis medios innatos, en mis recursos internos o espirituales o imaginarios» («Diarios 1960-1968», op. cit., pp. 279-280).

Buena entrada Carlos, como siempre te doy las gracias por ello.
Un abrazo

Isabel Barceló Chico dijo...

Me gusta esta reacción a la tentativa suicida de Alejandra. ¿Qué otra cosa puede hacer alguien que quiere a alguien y sabe de su deseo de muerte? ¿Qué otros razonamientos hacer, cómo disuadirle de su propósito, un propósito cuya oscuridad es tan intensa que no soportaríamos asomarnos a ella? Hace bien Cortázar en decir lo que le dice: estoy aquí, no me dejes, hazlo por mí ya que por tí no quieres hacerlo. Aguanta, niña mía.

No hay palabras para apartar a alguien de una muerte querida. Sólo queda apelar a su piedad.

El nombre de la rosa dijo...

El mundo era para A.Pizarnik un lugar espantoso donde se perdía la inocencia con extrema rapidez. Angustiada por el miedo a volverse loca, intentó insistentemente armonizar la lucidez, la locura y su necesidad de ternura, ella misma
escribió:"...sé que escribo bien y esto es todo. Pero no me sirve para que me quieran».
Amargo preludio de su final.
Asombrosa carta en la que como tú mismo dices, Cortázar le habla como "su conciencia, protector y demonio sagrado..."
Como siempre, enhorabuena por la elección y por el amor a la palabra y los sentimientos, con que siempre nos regalas.
Mi habitual admiración para ti.

Kosmonauta del azulejo dijo...

Conmovedora carta de un amigo bienintencionado y real (manotazo para una ahogada) a una amiga irremediablemente suicida.
Y Corti, lo siento... pero no estoy tan de acuerdo con vos en eso de que hoy día no existan verdugos de poetas... ¿cómo ibas a saber algo así, justamente vos?
:+

Melima dijo...

pero hace tanta soledad que las palabras se suicidan...

Verbo... dijo...

Interesantísimo.

He llegado (gracias a la vida) a este blog, a través de María Varu, y vine al ver la foto de Julio Cortázar en el blogroll, (alguien a quien admiro, y para quien van mis respetos).

Según lo leído, es de rigor pensar que sí, que sí hubo una gran amistad entre ellos.

Y mire, para serle franca, nunca me ha dado con leer a A. Pizarnik, pero luego de esta entrada, y al leer la carta de Julio hacia ella, me motiva leer sobre esta joven tartamuda judia, a quien Julio le otorga dicha en la poesía. Por algo es.

Saludos.

Antonio Tello dijo...

Bella, intensa, carta nacida de la amistad y la admiración hacia una poeta que al final cayó en el silencio "voluntario". Un abrazo, Carlos

elena clásica dijo...

¡Vaya carta! Profunda emoción en el encuentro de mis queridos y admirados Julio Cortázar y la Pizarnik. Con qué cariño le habla, con qué miedo de saber lo que pasaba por dentro de ella, y seguramente con que terribles presagios la trataba como a una niña.
Una amistad, un cariño y una carta maravillosa.
Gracias.
Besazos.

Rembrandt dijo...

Carlos,
esta carta es verdaderamente maravillosa , se puede entrever como nunca la relación que los unía. Veo en Julio una especie de sentimiento paternal, como el del padre amoroso que desepera por las actitudes de esa hija que irremediablemente va hacia el abismo.
De alguna manera es lo que ocurrió con Alejandra. Él a pesar de su amor no pudo impedir que ese designio trágico que la marcó durante su vida, dejara de cumplirse.

Agradezco mucho esta carta en especial, amo a JC y como te he contado hace un tiempo , él fue quién me hizo encontrar este sitio
tuyo que tanto me gusta recorrer.

Besos desde este Sur , no tan lejano.
REM

Kosmonauta del azulejo dijo...

Según leí, Alejandra se suicidó porque acabó viviendo en el mundo de las palabras. Su máxima aspiración era vivir en la abstracción absoluta del poema, lo cual resulta ser siempre un fiasco... para cualquiera, sea esquizo o no. La cosa es que ella buscaba un punto de cohesión en medio de toda su fracturación y las palabras no le alcanzaron...
Habrá quien piense en el dolor de Cortázar. Yo pienso en Pizarnik y su dolor desasosegante, en su mirada devoradora que me recuerda tanto a la de un poeta que conocí hace años... y tuvo su mismo final. Por eso no me gusta mucho leerla, aunque de vez en cuando agarro un libro y me deleito... ¿o me sumo? en su abismo iluminado.

Pablo Fer Racines dijo...

Impresionante carta , no lo sabía , me quedo pensando en lo cerebral y consciente de Cortazar , Alejandra , abstacción total y voluntaria , podemos hablar mucho sobre esto , pero igual me ha impactado mucho

elemea dijo...

gracias!!!

Carla Tormenta dijo...

Emocionantes palabras de Cortázar, su amiga se va y no puede sino pedir en letras una pausa, un intento para lograr atraerla hacia la vida. Impotencia en su carta, muy conmovedora.

Besos

Carla Tormenta dijo...

Emocionantes palabras de Cortázar, su amiga se va y no puede sino pedir en letras una pausa, un intento para lograr atraerla hacia la vida. Impotencia en su carta, muy conmovedora.

Besos

Belnu dijo...

Da incluso cierto reparo leerla, como violar el correo ajeno, y es extraña la posición tan distinta de los dos, ¿pero qué sabemos en realidad de los que escriben, si la escritura, incluso los Diarios, son una construcción? A mí me maravilla Pizarnik, y ya no leo a Cortázar, aunque me acompañó en mi adolescencia, entonces me deslumbraron sus cuentos, tantas cosas, pero a ella la descubrí más tarde y sí que la leo y releo y reconozco... Qué buena idea este blog tuyo de cruce epistolar de escritores y artistas. Fuiste alguna vez al museo de las cartas en París?

Anónimo dijo...

Nadie se da cuenta que la idea de suicidio no es suculenta ni tentativa, sino la única vía de escape a no poder amarse a sí mismo, nadie se ha percatado de que el problema de pizarnick fueron abusos sexuales y maltrato infantil y de ello no se puede aprender a amar, tanto estudio que se lleva haciendo años, pero ¿quién puede empatizar sin sufrir lo vivido?. No es suculento el suicidio, ni romántico, es una pulsión de muerte a falta de instinto de vida porque no se nos permitió desarrollarlo en la infancia y lo que no se sabe, por mucho léxico se tenga, no se puede aplicar, de ahí la angustia y la falta de comprensión y explicación por más que dominase el lenguaje. Déjense de romanticismos y sentimentalismos y enamoramientos por Cortazar que él tuvo a su mujer y su amada para comparar y Pizarnik no pudo ni intentar cuando sólo conocía el abismo del amor que daña y por ello dañó a quien intentó amarle aunque sólo fuese desde la amistad. Lean a Freud y no lo descataloguen, amplien conocimiento con Alexander Lowen, por ejemplo, discípulo de Reich, y comprenderán un poco, que la literatura y la poesía está para llegar al otro margen, no para identificarse y crear identidades a costa de identificarnos con quiénes no podemos ser. Seamos nosotros ayudándonos del legado tenemos de muchos maestros, pero recordemos que el discípulo supera, no se identifica, lástima de quién sacrificó una vida para que otros la sigan en su languidez, en su falta de valor y coraje queriendo identificarse por no mirarse a sí mismo. Pizarnik vivió otra época, otra, otra, no se podía hablar con la libertad de hoy ni entonces ni hace veine años tan sólo. Me parece una aberración compararse con ella, si viviese hoy, sus párrafos serían otros y ustedes quedarían estupefactos y quizá, no acreditando cuando se quieren identificar o comprender a un cortazar que.... qué sabrá que es mujer en su incapacidad de ser... el hombre tiene la fuerza física, la mujer en la psique, soy mujer y rabio porque mi propio sexo hoy, no piensa ni siente.

Anónimo dijo...

La carta es hermosa, He estado leyendo La Extracción de la piedra de Locura, Su trastorno de personalidad, su acercamiento a la niñez y a buscar a amor, lo note en cada palabra, aunque me resulta una expresión de belleza todo lo que escribe,muchas veces se siente repetitivo y que la vida es muy incidental en la problemática del texto, Estoy de acuerdo con Anonimo, la mujer de hoy debe pensar y sentirse, Pizarnik sufrió y su falta de coraje, me hizo pensar sobre la debilidad del ser humano, su poca fe y falta de esperanza, incluso lo lleva a la muerte.