miércoles, 28 de marzo de 2012

Igeret HaRamban: (La Carta del Ramban)





"Todas tus palabras serán amables, con tu cabeza inclinada, tus ojos viendo hacia el piso y tu corazón enfocado hacia arriba... Considera a todo el mundo como mayor que tú . Si él es sabio o rico, debes darle respeto. Si él es pobre y tú eres más rico –o más sabio- que él, considera que eres más culpable que él, y que el es más meritorio que tú...!" 

Jerusalén antiguo 
Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no descuides la Torá de tu madre (Mishlé / Proverbios 1:8). 

Adquiere el hábito de hablar siempre calmadamente a todo hombre y a toda hora. Y con esto te salvarás de la ira, un serio defecto de carácter que hace pecar a los hombres. Como dijeron nuestros Rabinos (Nedarim 22ª): quien quiera que estalla en ira, todo tipo de infiernos (Gehinam) dominan sobre él, como está escrito (Kohelet/Eclesiastés 12:10), “Destierra la ira de tu corazón y aparta el mal de tu carne”. “Mal” significa aquí Gehinam, como leemos (Mishlé/Proverbios 16:4): “...y los malvados están destinados al día del mal”.

Una vez que te hayas salvado de la ira, la cualidad de la humildad entrará en tu corazón. Esta cualidad es la mejor de todos los rasgos admirables (ver Avodah Zarah 20b), porque (Mishlé /Proverbios 22:4), “Siguiendo a la humildad llega el temor a D-os”. A través de la humildad también llegará a tu corazón la cualidad del temor a D-os. Hará que siempre pienses acerca de (ver Avot 3:1) tu proveniencia y de tu destinación, y que mientras estás vivo eres siempre como un gusano, y lo mismo después de tu muerte.
Mar de Galilea
También te recordará ante Quién has de ser juzgado, ante el Rey de la Gloria, y está escrito (Melajim I/Reyes I 8:27; Mishlé/Proverbios 15:11), “Ni siquiera el cielo ni los cielos del cielo pueden Contenerte” – “¡Cuánto menos el corazón de los hombres!”. También está escrito (Yirmeyahu/Jeremías 23:24), “¿Acaso no lleno Yo cielo y tierra? Dice D-os”.
Y cuando pienses en todas estas cosas temerás de tu Creador y te protegerás del pecado y con estas cualidades serás feliz con tu porción. Y cuando actúes humildemente y te avergüences de todo hombre y les temas, y te cuides del pecado, el espíritu de la Shejina y Su Gloria irradiante y la vida del Mundo por Venir descansarán sobre ti. Y ahora, hijo mío, entiende y observa que el que se enorgullece en su corazón sobre las criaturas, se está rebelando contra la Realeza de D-os, porque se está adorando a sí mismo con las vestiduras del reino de los Cielos, como está escrito (Tehilim/Salmos 93:1), “Hashem reina, El viste ropas de orgullo”.
¿Y con qué habría uno de sentirse orgulloso? ¿A causa de la riqueza? D-os lo hace a uno pobre o rico (Shmuel Alef /Samuel I 2:7). ¿Es a causa del honor? Pertenece a D-os, como leemos (Divrei Hayamim Alef/Crónicas I 29:12), “Riqueza y honor vienen de Ti”. ¿Así que, cómo podría uno adornarse con el honor de D-os? ¡Y alguien que está orgulloso de su sabiduría seguramente debe saber que D-os!: “aparta el habla de hombres locuaces y quita el razonamiento de los sabios” (Iyov/Job 12:20).

Mar Muerto
De modo que vemos que todo el mundo es igual ante D-os, ya que con Su ira Él rebaja a los orgullosos y cuando Él lo desea levanta a los que están abajo. ¡Así que rebájate y D-os te elevará!. Por consiguiente, ahora te explicaré cómo comportarte siempre humildemente.
Todas tus palabras serán amables, con tu cabeza inclinada, tus ojos viendo hacia el piso y tu corazón enfocado hacia arriba. No mires al rostro de la persona con quien estás hablando. Considera a todo el mundo como mayor que tú . Si él es sabio o rico, debes darle respeto. Si él es pobre y tú eres más rico –o más sabio- que él, considera que eres más culpable que él, y que el es más meritorio que tú, dado que cuando él peca lo hace por error, ¡mientras que tú lo haces deliberadamente!
En todas tus acciones, palabras y pensamientos y en toda hora, considera en tu corazón como si estás parado ante D-os, con su Shejina encima de ti, porque Su gloria llena el mundo entero. Y tus palabras serán con temor y espanto, como un esclavo de pie ante su amo. Avergüenzate ante todo el mundo.
Cuando alguien te llama, no contestes en voz alta, sino gentil y suavemente, como alguien parado ante su amo.
Cuida de estudiar siempre la Torá diligentemente, de modo que seas capaz de cumplir sus mandamientos. Cuando te levantes de tu aprendizaje reflexiona cuidadosamente acerca de lo que has estudiado, a fin de ver qué hay en ello que puedas poner en práctica.
Cuevas de Qumram
Examina tus acciones todas las mañanas y todas las noches, y de esta manera en todos tus días habrá teshuvá (arrepentimiento). Concéntrate en tus Tefilot removiendo todas las preocupaciones mundanas de tu corazón. Prepara tu corazón ante D-os, purifica tus pensamientos y piensa en lo que vas a decir antes de sacarlo de tu boca.
Y así harás todos los días de tu vana vida y no pecarás. De esta manera, todos tus palabras, acciones y pensamientosrectos y tu Tefila será pura, clara, limpia, devota y aceptable a D-os, pues como está escrito (Tehilim/Salmos 10:17), “Cuando su corazón está dirigido a Ti, escúchales”.
Lee esta carta al menos una vez por semana y no descuides ningún aspecto de ella. Cumple con su contenido y, al hacerlo, camina con ella para siempre por los senderos de D-os, Bendito sea, de modo que tengas éxito en todos tus caminos.
Así tendrás éxito en todos tus caminos y merecerás el Mundo por Venir que se encuentra escondido para los Tzaddikim. Y cada día que leas esta carta el cielo responderá siempre conforme a los deseos de tu corazón. ¡Amén, Sela!


Rabino Moshe Levy





Extraído de una compilacion de los libros sagrados para el cumplimiento de esta mitzva. Por el Rabino Moshe Levy, Benei Brak, Israel. 
Debo esta sabia reflexión sobre los efectos devastadores del orgullo en el corazón de los hombres a Simy Benarroch, que puso en mis manos el contenido de esta página argentina dedicada al estudio de la Tora
La Carta de Ramban nos pone, además, sobre la pista de uno de los usos más antiguos y menos explorados de la literatura epistolar: la enseñanza moral.







domingo, 25 de marzo de 2012

"Carta a mi padre", de José Luis Morante





 Cuando no estás mi voz suena más frágil, tiene un timbre menor al que te explica que acabas de cumplir noventa años 


   Querido padre:

    En tus ojos no hay luz desde hace veinte años, por eso leo por ti que el poeta José Ángel Valente describió con preciso lenguaje una mezcla de sensaciones que me asalta cada vez que visito la umbría de tu casa: “toda forma de realidad nos obliga a modificar nuestro sistema de percepción y expresión”. Es verdad: a tu lado soy otro.
   Cumples noventa años y tanteo para recuperar indicios de un pasado que nos une en soledad, como dos náufragos perdidos en el mismo mar. Los rasgos físicos que me atribuyes ya no existen, aparte de las inevitables gafas de miope y la caricia perpetua de tus manos frías sobre mi barba, ahora tan corta y cana. Hoy mirarías con perplejidad mi pelo blanco desde el fondo de tus ojos ciegos; el pelo blanco que tú tuviste desde muy joven y que acrecienta el parecido físico con tus fotografías de la época.
   La normalidad de tu estatura ha ido encogiendo, como si tu cuerpo se hubiese gastado y reclamara descanso en algún sitio. Cuando pongo mi brazo sobre tu hombro, comentas con orgullo esa fortaleza protectora, como si no supieses que nunca fui a un gimnasio y que mis músculos son sólo el espejismo que formulo para subrayar la cercanía.  
   Tampoco entiendes el severo sentido de mi tiempo; ese estar y no estar, esa avaricia que somete al reloj a estricta disciplina, como si los trabajos y los días fueran una tarea prometeica que consume el devenir diario: tantas clases, tanta literatura… Y yo me justifico y no dejo una pausa al ensimismamiento del silencio. Sé que miras mejor cuando me escuchas, que lleno tu retina de sucesos, que alumbro pensamientos y emparento conductas con difusos recuerdos que regresan vestidos de optimismo.
   Mis historias hilvanan argumentos que fueron y no fueron, que trazo para que sepas que mis días están llenos de asombro. ¿Cómo explicarte que cada vez más mis horas son un tiempo consumido frente al ordenador o junto a un libro? Así que un yo ajeno a mi torpeza sedentaria desayuna temprano, visita el instituto con rigurosa puntualidad, llena las clases de fenicios y griegos y romanos, asciende por los ríos de la Bética, torna a Asturias, observa el clima, el suelo y el relieve y concluye las clases dejando en los alumnos que me escuchan un no sé qué que queda balbuciendo. Por la tarde algún viaje al cercano Madrid, no para comprar libros, sino para gozar del caos urbano que tanto juego da en los telediarios de las nueve. Y luego está la casa y mi familia –qué suerte, que yo quiera y que me quieran…- y ese rincón propicio para ocultar desánimos que habita en cada página.
   Cuando no estás mi voz suena más frágil, tiene un timbre menor al que te explica que acabas de cumplir noventa años y que hace mucho tiempo, en 1997 escribí en el libro  Causas y efectos un poema que no rima y que nunca has leído. Ahora lo dejo entre tus manos para que ponga unas palabras de gratitud en esta lenta progresión hacia la sombra:



Mi padre ponderaba la eficacia
como un tesoro extraño y valiosísimo,
escondido en el vientre de la tierra.
Solía levantarse muy temprano,
con el tic-tac grabado en la memoria,
y dilataba oscuro una jornada
que concluía laso y taciturno.
Era su empeño inmune al frío o la canícula.
Por él estuve interno tantos años
con la sola misión de hacerme un hombre.
(Entendamos, un hombre de provecho,
un atinado buscador de logros.)
Mas el esfuerzo no valió la pena.
Él no tiene conciencia del fracaso.
Descubrió en la derrota
una patria feliz, compensatoria.       



***




José Luis Morante (El Bohodón , Ávila, 1956) ha publicado los poemarios: Rotonda con estatuas, Enemigo Leal, Población activa, Causas y efectos, Largo recorrido, La noche en blanco y la antología Mapa de Ruta. Entre sus libros en prosa destacan Protagonistas y secundarios, Palabras adentro, el diario Reencuentros y el libro de aforismos Mejores días. Ha preparado ediciones críticas de Luis Felipe Comendador, Herme G. Donis, Joan Margarit y Luis García Montero. Ejerce la crítica literaria en diferentes publicaciones. Su espacio en la red son Los Puentes de Papel, que recogen una gran parte de su trabajo crítico.






martes, 20 de marzo de 2012

Carta de Paul Eluard a Gala (1945)

Gala y Eluard, 1912

"Es demasiado tiempo, demasiado tiempo. Ahora me veo como un buen vejete. Ya no puedo leer sin gafas. Todo ha cambiado, salvo mi corazón. Y todo el pasado está muy lejos, salvo tú, porque tú, tú siempre estarás presente en mí. Pequeña Gala... "


París, 18 de marzo de 1945. 

    Galochka dorogaia,
      Cécile y yo nos alegramos muchísimo de enterarnos de tus señas. Nuestra separación de ti ha adquirido caracteres de catástrofe. Y quisiéramos saber cuándo volveremos a ver a nuestra pequeña Gala. Es demasiado tiempo, demasiado tiempo. Ahora me veo como un buen vejete. Ya no puedo leer sin gafas. Todo ha cambiado, salvo mi corazón. Y todo el pasado está muy lejos, salvo tú, porque tú, tú siempre estarás presente en mí. Pequeña Gala...
No sé qué decirte de estos cinco años. Hemos pasado momentos desdichados y momentos felices. Pero nuestra desdicha no era gran cosa al lado de la de tantos otros. Y hemos sufrido por los demás y te aseguro que no faltaban razones para ello. Y como mi gusto por la justicia y la bondad no ha cambiado, he sufrido. Hemos tenido el horror casi permanentemente ante nuestros ojos. Hemos esperado, desesperado, rabiado, luchado como hemos podido - y envejecido. Ya casi no sé reír. Pero qué hermosos han sido los días de la Insurrección. 
Dalí, Gala, Eluard y Nusch, en Cadaqués

     Vivimos desde agosto del 40 en Rue de la Chapelle, en el n.° 35 (distrito XVIII), muy cerca de casa de mi madre, lo que ha sido buena cosa, porque así hemos podido cuidarnos recíprocamente. Cécile se aloja en 34, Rue du Bac (VII). Su marido, Luc Decaunes, sigue prisionero. Ha estado repetidas veces en campos disciplinarios, por intentar evadirse. Todavía debe estar en uno de ellos. Ha sido muy desdichado. Y me temo que su unión con Cécile esté gravemente amenazada. Tu gran hija es extraordinariamente hermosa. Es hija tuya y por eso mismo la quiero más. Sigue conservando su aspecto de bebé. Hace crítica de cine y escribe pequeños artículos en los periódicos. Tiene talento, y desde la liberación se gana la vida.
     Nusch y yo nos vimos obligados a escondernos durante un año.
     Tuvimos la suerte de escapar de la Gestapo.
     Hemos conseguido conservar vuestro apartamento. Pero como cualquier día lo van a requisar (ya han avisado a la portera), preferimos subarrendárselo a gente que se comprometa formalmente a dejarlo si regresáis. Ese es el peligro: como no hay alojamientos, no se puede echar a los ocupantes. Meteremos todas las cosas frágiles o preciosas en el salón grande, que cerraremos, como también el pequeño despacho, que sigue limpio. Tu portera ha estado impecable. Pero acabo de enterarme de que tienes cosas en un guardamuebles. Estoy inquieto, porque venden para pagarse el alquiler. Dame enseguida la dirección, pagaré el retraso.
     Desde la liberación gano no pocas perras con mis poemas, más de las que nunca esperé ganar. Conforme a nuestro acuerdo de 1917, te debo una fortuna. Quizá hayas recibido un librito de mi parte. Pronto te enviaré una edición aumentada, completada. Publico pronto Le livre ouvert (1937-1945): 400 páginas. He publicado en Suiza un libro muy hermoso sobre Picasso (140 reproducciones) . Etc...
     Pero has de saber que la vida aquí es muy difícil. Mucha gente cae enferma. Llevo quince días en la cama, estoy mejor pero no me puedo levantar porque no tengo fuego. En enero quemamos todos los marcos de los cuadros. Y ni siquiera en el mercado negro se consigue calefacción fácilmente. Ha sido un invierno excepcionalmente frío. La nieve tardó tres semanas en derretirse.
Lo mejor sería que pudieras venir de visita, pero sin quedarte a pasar el invierno. La vida es muy dura. Y triste. Pero sería menos triste si estuvieras con nosotros.
     Abraza afectuosamente a Dalí de nuestra parte. Como te abrazamos nosotros.

T.p.s. Paul 

Pequeña Gala querida, mi padre te lo ha contado todo, el resto tendríamos que decírtelo de palabra. Te echamos de menos y te quiero mucho.
Abrazos, y también para Dalí. Escríbenos.
Cécile 



 Carta de amor de Paul Eluard a Gala (Abril de 1928)

Carta de amor de Paul Eluard a Gala (1930)

Carta de Paul Eluard a Gala (Niza, 1934)

Carta de Paul Eluard a Gala (1945) 

 

Grandes Obras de 
El Toro de Barro

PVP: 8 euros Pedidos a:
edicioneseltorodebarro@yahoo.es



Yo, que he sobrevivido a cien lanzas
y he hecho temblar el vientre
del desierto con uno solo de mis carros,
perdí ante tus ojos mi última batalla.
Ser cobarde en amor equivale a estar muerto.
Otros poemas de
Mercedes Escolano


 




































domingo, 18 de marzo de 2012

Carta a su esposa del soldado Karl desde Stalingrado,







"El tiempo es ahora tan breve que debo preocuparme acerca del fin de todas las cosas. He vivido mi vida (y no siempre de una manera piadosa) y la vida siempre me ha tratado brutalmente (...) He intentado ser un buen esposo para ti y un buen padre para los niños (...). Probablemente fui demasiado áspero, pero sólo tengo una cosa en el pensamiento: tu felicidad. Es muy tarde ya para cambiar nada; además, no sé qué debo cambiar, pero os amo a todos más que nunca."


Amadísima Esposa:
 
Aún estoy vivo y bien. Hoy (Domingo) he de asistir al entierro de varios soldados panaderos de mi compañía. Es muy cruel lo que se contempla en los cementerios. Si vuelvo a casa, nunca podré olvidar lo que he visto. Es una cosa épica, sin comparación. Siento no haber recibido ninguna carta tuya desde el 5 de Diciembre. Estaría muy contento de leer una frase amorosa de tu parte, pues nadie puede saber lo que nos reserva la hora inmediata, el día siguiente. Querida mujercita, venga lo que venga estoy preparado para todo. Cuando llegue elmomento, moriré como un soldado... Dios está con nosotros en todo momento: éstas fueron las palabras del pastor protestante en el cementerio que está lleno a rebosar. Crece en dimensiones como un alud. Pero el brutal enemigo aún está bajo control. No obtendrá un triunfo aplastante sobre nosotros, en tanto yo tenga una mano que pueda empuñar un arma.
El tiempo es ahora tan breve que debo preocuparme  acerca del fin de todas las cosas. He vivido mi vida (y no siempre de una manera piadosa) y la vida siempre me ha tratado brutalmente. Hubo veces en que una chispa de indiferencia o de pasión dominó mi corazón. Pero siempre he procurado comportarme decentemente, como camarada, como soldado. He intentado ser un buen esposo para ti y un buen padre para los niños. No se si lo he conseguido. Probablemente fui demasiado áspero, pero sólo tengo una cosa en el pensamiento: tu felicidad. Es muy tarde ya para cambiar nada; además, no sé qué debo cambiar, pero os amo a todos más que nunca. Educa a los hijos en su provecho. La vida no me ha proporcionado muchas alegrías. Y la mayoría de ellas las debo a ti y a los niños, por lo que os lo agradezco desde aquí y ahora...
Entre nosotros, la Muerte es una invitada diaria. Para mí ya ha perdido todos sus horrores... En caso de que caiga, trasládate a Schwäbisch Gmünd lo antes que te sea posible. Allí la vida es muy barata. En mi cuenta de ahorros del servicio postal hay 1900 reichsmark. Mis pertenencias están en una maletita, una gran bolsa de mano, una bolsa para zapatos y tal vez una pequeña maleta de madera.
No se si podrás obtener esas cosas... La oficina de liquidación de la guarnición y la oficina de pensiones de Stuttgart te darán información respecto a tus haberes de viudedad.
Tira mis uniformes. El resto es para vosotros... Deseo que, en el futuro, tú y los niños tengáis lo mejor. Nos queda la esperanza de que nos reuniremos en el otro mundo. No estés triste; lo peor puede no ocurrir. Pero deseo que todo se encuentre en orden. Que sea la voluntad de Dios. Nunca hay que rendirse. Y yo no quiero hacerlo a pesar de todo.
Recibe todo mi amor y mis más cariñosos besos. Te amaré hasta la muerte.
Karl.
Cariños y besos para mis queridos niños.






 Muchos soldados alemanes escribieron cartas a sus familiares y amigos durante el largo y trágico asedio de Stalingrado, en las que relataban las condiciones dantescas en las que vivían y su premonición de una muerte cercana. Cuando el último avión despegó de la ciudad en enero de 1943, llevaba siete enormes sacas de cartas que nunca fueron entregadas, porque rezumaban desmoralización y críticas al Reich. Todas ellas aparecieron después, en 1954, y fueron publicadas en 1958 por Einaudi en el volumen Cartas desde Stalingrado. Volvió a hacerse otra edición en 1963, Las últimas cartas de Stalingrado, a cargo de la editorial Destino. Las cartas que editamos lo fueron previamente en el blog Cartas desde el frenteY la hemos ilustrado con Imágines de la segunda guerra mundial.

jueves, 15 de marzo de 2012

"Carta de tía Ada a Venecia Gradiva", de Verónica Pedemonte




Mientras lo besaba me recliné en la cama. Mi vestido de satén rosado notó algo inhumano debajo de las sábanas. Pensé que podía ser normal, yo era una mina muy joven pero estaba advertida. Con una mueca de dolor, me alejó de sí y apartó las sábanas que le cubrían de cintura para abajo... 

Querida nenita:

Me da mucha lástima irme de casa de Horacio sin terminarte el cuento, así que te lo escribo desde Buenos Aires, faltan todavía dos meses largos para regresar a Montevideo y sé que te morís de la impaciencia.
Quedamos en que yo estaba en la esquina del hall, extasiada, vos me conocés, soñadora, boba. Como si fuese a aparecer un príncipe encantado así de repente. Con la escasez que hay, y casi todos andan convertidos en ranas y da un trabajo horrible andar besando ranas para que te salgan ranas. De veinte ranas un príncipe, y eso será cuando no hay inflación.
Pero no, este no es el cuento del que se iba subiendo por las paredes porque le cayó un rayo radioactivo cuando andaba jugando con una araña y se quedaron dos en un uno como el chicle double–bouble. Este es el verdadero. Bueno, en realidad, la protagonista soy yo. Como te decía, estaba en una esquina del hall, cuando de un recodo del patio entraba la luz sombría de la claraboya, ya adivinás, desde que Montessori le puso el cristal que no era, con lo del remate tan lindo. Pero éste le salió más barato.
Lo que te cuento me pasó cuando era una pebeta de nada,  en mi debut como actriz en Buenos Aires.
    Andaba aburrida de un lado a otro, escuchando conversaciones ajenas, en la recepción que dieron en mi honor y todo el mundo parecía sonado.
-  Sos macanuda, vos.
-  Regia, chiquilina, regia.



Cuando a lo lejos, en el hall apareció el pibe que te dije, absolutamente fascinante. Él no fanfarroneaba con estupideces, era así ... un estilo a Montessori aunque mucho más joven.
Sí, no te podés imaginar como alguien parecido a Montessori fuese tan fascinante como para enloquecer a las pibas hasta dejarlas turulatas. Todo lo más para acompañarlas al cine o a comer Frankfurtes. Pero este pibe era de un porte elegantísimo y una inteligencia superior  a los otros...
A él parecía que yo no le importaba nada, andaba en su mundo. Rodeado de personas interesantes. Así que me acerqué, y como si tuviera un sexto sentido se dió la vuelta y me miró con una cara que no te digo. Traspasándome el cuerpo.


- Vos sos la actriz esa tan linda, de la que todo el mundo habla. Perdoname, no pude ir a la función.  ¿Puedo invitarte a pasear?

Paseamos por la terraza y llegamos a la fuente de las libélulas (esa que te gusta tanto). Después nos asomamos al balcón. Él miraba hacia abajo como si pensara lanzarse al vacío y me dio un poco de vértigo, estábamos en el séptimo piso, aunque yo creía que era el séptimo cielo.


Y, nenita, así de pronto, sin mediar palabra me agarró por la cintura  igualito que  Gable a la Leight, y me besó.
Creí que me había quedado pegada, porque fue un beso interminable. Todo giraba a nuestro alrededor de manera vertiginosa. Un beso de estos que tan sólo se dan una vez en la vida, mi hijita, la comunión de las almas y de los cuerpos a través de las bocas. Como si su alma entrase en la mía, profunda como un abismo, y yo en la suya, tanto, que ya no podía salir. Sí, sí, imagino lo que vas a preguntarme. La comunión se hace de chica ¿vos no la hiciste? Claro, mi hijita, pero yo hablo de otra comunión.
Atorada como estaba no vi que él se ponía pálido, insistió en que tenía que irse, yo no entendía nada.  Cuando corría por el pasillo pensé:  ¿No querrá ahora el tipo que le recoja el zapato?
Creí que estaba loco. Me senté en el corredor sin saber qué hacer. Al rato la mucama de Montessori me trajo una carta. Era suya. Me esperaba a las diez de esa misma noche.
Sí, nena, ya sé que no debía, pero fui. Todavía estaba tarada de la impresión.
Además era Martes, siete del siete, eso quería decir algo, mi hija.
Nadie me abría. Moví el pomo lentamente. Hundido en la penumbra de una cama con dosel,  muy pálido,  su voz era un susurro:
- Te adelantaste.
- Sí, no podía esperar más. Le contesté.
- Vos no sabés. Dijo con un rictus amargo
Lo besé, nenita, lo besé, y sentí el mismo vértigo. Su cara me parecía demasiado magnífica para ser real. Una cara de otro mundo.
- Viniste demasiado pronto, me dijo mientras me apartaba. La medicina aún no ha terminado de hacerme efecto.
 Mientras lo besaba me recliné en la cama. Mi vestido de satén rosado notó algo inhumano debajo de las sábanas. Pensé que podía ser normal, yo era una mina muy joven pero estaba advertida. Con una mueca de dolor, me alejó de sí y apartó las sábanas que le cubrían de cintura para abajo.
¡Era una araña, mi hijita, una araña pollito! Un hombre de cintura para arriba y una araña pollito de cintura para abajo. Con la medicina se convertía en un tipo normal, quiero decir, en un tipo fascinante, durante dos horas. Pero si te pasabas de la raya te quedabas atrapada para siempre, mirá vos.
En ese momento estaba tan enamorada que no me hubiese importado que me enredara con su tela mientras me besaba. Quedarme pegada a él. Que poco a poco sus quelíceros se clavaran en mi piel hasta dejarme sin sangre. Hipnotizada. Pero tuvo la decencia de decírmelo. Porque realmente me amaba.
Luego supe que otras no tuvieron tanta suerte.
No sé por qué esta vez no apareció Montessori un poco antes.
Edelmiro Einstein, ¿te acordás?, ese que era bastante torpe para las labores manuales, se empeñó en terminar de arreglar la claraboya. Y Mirta y Araceli llegaron justo a tiempo.
Agarré mi bolso, les dije chau y salí a la velocidad de la luz de aquel caserón.

Estudiá mucho, Venecia, y no te dejés el saco en cualquier parte, que enseguida agarrás un resfrío. Cuando vuelva a Montevideo te llevaré a casa de Silvana y te contaré otro cuento. Uno de un morocho que vivía entre Propios y Ocho de Octubre. Esperame despierta. Besos.



                         Tía Ada


***


Verónica Pedemonte (Montevideo, Uruguay,1963) es poeta de discurso de discurso vibrante y acerado. Creció en un ambiente familiar volcado con la creación literaria de las manos de su padre, el poeta y crítico uruguayo Hugo Emilio Pedemonte, y de su madre, la poeta extremeña Eladia Morillo-Velarde. Estudió Filología y Psicología en Sevilla. Ha recorrido los caminos de la novela y del periodismo, colaborando habitualmente en el suplemento cultural del Diario de Cádiz y en El Puerto información. Publicó su primer libro, Lenguas de fuego, en el año 1995. Su novela Viaje circular de Venecia Gradiva -de la que forma parte esta carta singular- mereció la beca a la creación literaria de la Junta de Extremadura de 1999. Ese mismo año obtuvo el Premio Nacional de Poesía por su libro Diario de un rebelde. En el año 2000 obtuvo  el Premio Internacional de Poesía Gerardo Diego por su libro Esclavos y libertos. Ha colaborado en el libro Estrecho, una poética de la solidaridad, así como en el proyecto Poetas en el Aula, y las antologías Ellas son la tierra y La plata fundida. Actualmente es la presidenta del Colectivo Literario El Ermitaño. (Manuel Francisco Reina)


lunes, 12 de marzo de 2012

Cartas de ida vuelta entre Adolf Hitler y José Stalin




Berlín, 20 de agosto de 133
(2 de la madrugada)


Señor Stalin
Moscú


Doy la sincera bienvenida a convenio comercial rusogermano. Es el primer paso en la aproximación de las relaciones germonosoviéticas.
La conclusión de un pacto de no agresión con la Unión Soviética me permitirá fijar la política alemana por mucho tiempo. Alemania así asegurará el progreso político que beneficiará a ambos Estados por siglos.
Acepto la proposición del pacto de no agresión hecha por su Ministro de Relaciones Exteriores, señor Molotov, pero considero que es urgente clarificar los asuntos relacionados con él lo antes posible.
El protocolo suplementario deseado por la Unión Soviética podrá, estoy convencido, aclararse, en el menor tiempo posible, si los estadistas alemanes pueden ir a negociar personalmente.
La tensión entre Alemania y Polonia se ha hecho intolerable. La situación empeora día a día. Alemania, en consecuencia, está dispuesta a defender los intereses del Reich por todos los medios posibles.
En mi opinión es necesario, en vista de la intención de los Estados de iniciar nuevas relaciones, no esperar más tiempo. Propongo que usted reciba a mi Ministro de Relaciones Exteriores el martes 22, o, a lo sumo, el miércoles 23. EL Ministro de Relaciones Exteriores del Reich, está autorizado a firmar el pacto de no agresión y también el protocolo. Una permanencia del Ministro de Relaciones Exteriores en Moscú de más de 1 o 2 días es imposible, por la grave situación internacional. Recibiré complacido su propuesta.

Adolf Hitler


Moscú, 21 de agosto de 1393
(9.35 de la mañana)

Al Canciller del Reich Alemán, Adolf Hitler:

Agradezco su nota. Deseo la concreción del pacto de no agresión rusogermano, porque mejorará las relaciones entre ambos países. Los pueblos de nuestras dos naciones necesitan relaciones pacíficas más que ningún otro.
El asentimiento del gobierno alemán a la firma de un pacto de no agresión contribuye a eliminar la tensión política y ayuda a establecer la paz y la colaboración entre los dos países. El gobierno de la Unión Soviética informa a usted que esperamos al señor von Ribbentrop en Moscú el 23 de Agosto.

José Stalin



lunes, 5 de marzo de 2012

Carta de respuesta del Subcomandante Marcos a Baltasar Garzón





"Si el señor Fernando Baltasar Garzón Real derrota en buena lid al Subcomandante Insurgente Marcos, tiene derecho a desencapucharlo una vez delante de quien le venga en gana."




EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL
MEXICO
7 de diciembre de 2002.
Al Sr. Fernando Baltasar Garzón Real, magistrado-juez del Juzgado Central de Instrucción No. 5 Audiencia Nacional c/. García Gutiérrez 1 28.004, Madrid España. Señor Baltasar Garzón:

Leí la carta que me dirige, fechada el día 3 de diciembre del presente año y publicada el día 6 de los corrientes en el periódico mexicano El Universal. En ella, además de permitirse insultarme con toda clase de calificativos, me reta usted a un debate en lugar y fecha a mi elección.
Le comunico a usted que acepto el reto y (como mandan las leyes de la andante caballería), puesto que soy yo el caballero retado, me corresponde a mí fijar las condiciones del encuentro. Estas son las condiciones:


PRIMERO. El debate se realizará en las Islas Canarias, más en concreto en la llamada Isla de Lanzarote, el día 3 al 10 de abril del año 2003.
SEGUNDO. El señor Fernando Baltasar Garzón Real deberá conseguir las garantías y salvoconductos necesarios y suficientes, tanto del gobierno español como del mexicano, para que el caballero retado y seis de sus escuderos puedan asistir al desafío y volver con bien a sus lares. Los gastos de traslado y hospedaje del Subcomandante Insurgente Marcos y su comitiva serán cubiertos por el EZLN, que para eso son los coyucos, las tostadas, los frijoles y el pozol; a más de que, para pernoctar, el andante (o navegante caballero) no necesitará más techo que el digno cielo canario.
TERCERO. En el mismo lugar del debate, en forma paralela pero no simultánea, se realizará un encuentro entre todos los actores políticos, sociales y culturales de la problemática vasca que así lo deseen. El tema del encuentro será ''El País Vasco: caminos''.
CUARTO. El señor Fernando Baltasar Garzón Real deberá asistir, a hablar y escuchar, a dicho encuentro. Además deberá esforzarse por convencer al gobierno español de que contribuya, con medidas de distensión, a crear un ambiente propicio para el acto, y exhortarlo a que envíe una delegación de nivel al encuentro, sin importar que no tenga capacidad de decisión, pues sólo se les pide que escuchen y hablen.
 QUINTO. El caballero Subcomandante Insurgente Marcos deberá asistir a dicho encuentro pero sólo a escuchar, porque el tema es algo que compete sólo a la soberanía del pueblo vasco.
Además, el Subcomandante Insurgente Marcos deberá dirigirse a la organización vasca Euskadi Ta Askatasuna (más conocida por sus siglas: ETA) pidiéndole una tregua unilateral de 177 días, periodo en el cual ETA no deberá realizar ninguna acción militar ofensiva. La tregua de ETA deberá iniciar la madrugada del día 24 de diciembre de 2002.
De igual manera, el Subcomandante Insurgente Marcos deberá dirigirse a las organizaciones políticas y sociales vascas, y al pueblo vasco en general, invitándolos a organizar y realizar el encuentro antes mencionado.
El Subcomandante Insurgente Marcos se dirigirá también a la sociedad civil española y vasca pidiéndoles que se movilicen en la campaña ''Una oportunidad para la palabra'', cuyo objetivo es presionar al gobierno español y a ETA para que creen, en toda la península ibérica, las condiciones adecuadas para la realización del encuentro.
SEXTO. El ganador del debate será elegido por un jurado formado por siete personas, todas ellas del Estado español. El Subcomandante Insurgente Marcos le cede al señor Fernando Baltasar Garzón Real el privilegio de nombrar a cuatro de los miembros del jurado y a designar a quien habrá de presidirlo y, llegado el caso de un empate por abstención, decidir con voto de calidad quién es el vencedor en la justa. Los otros tres miembros del jurado serán invitados por el EZLN. 

SEPTIMO. Si el señor Fernando Baltasar Garzón Real derrota en buena lid al Subcomandante Insurgente Marcos, tiene derecho a desencapucharlo una vez delante de quien le venga en gana. Además, el Subcomandante Insurgente Marcos le pedirá disculpas públicamente y se someterá a la acción de la justicia española para que lo torturen (justo como torturan a los vascos cuando son detenidos) y responda a las acusaciones en las que abunda la carta del señor Garzón Real, fechada el 3 de abril de 2003.
Si, por el contrario, el señor Fernando Baltasar Garzón Real es el derrotado en buena lid, se compromete a asesorar jurídicamente al EZLN en las demandas que, acaso como último recurso pacífico zapatista y ante las instancias jurídicas internacionales, se presentarán para exigir el reconocimiento de los derechos y la cultura indígena, los cuales, violando las leyes internacionales y del sentido común, fueron desconocidos por los tres poderes del gobierno mexicano.

Matanza de Azteal
Además, si le es posible y le viene en gana, representará legalmente al EZLN frente a dichas instancias internacionales SÓLO en lo que se refiere a la demanda de reconocimiento jurídico de nuestros derechos y cultura.

Esto será así pues también se presentarán demandas por delitos de lesa humanidad en contra del señor Ernesto Zedillo Ponce de León, responsable de la matanza de Acteal (perpetrada en las montañas del sureste mexicano en diciembre de 1997) donde fueron ejecutados hasta 45 niños, mujeres, hombres y ancianos indígenas. Como se recordará, el señor Zedillo fue recientemente premiado por el señor José María Aznar, jefe del gobierno español, por su participación en la matanza.
De la misma forma se presentarán demandas en contra de los jefes de gobierno español que, durante el mandato del señor Zedillo en México, fueron cómplices de él en ésta y otras agresiones a los pueblos indios mexicanos.
Estas condiciones no son negociables, el señor Fernando Baltasar Garzón Real deberá responder, en un plazo razonable, si las acepta o no. En cambio, los detalles del debate podrán ser acordados por los equipos padrinos del desafiante y desafiado.

Señor Fernando Baltasar Garzón Real: como podrá ver en las copias de las cartas que le adjunto, he iniciado ya la tarea de cumplir con la parte que me toca.
De gachupín a gachupín, pues un cuarto de sangre hispana me corre por las venas, espero que ahora entienda y se mantenga en la disposición de llevar adelante el debate al que me reta.
Tiene usted la oportunidad de elegir: o pone sus conocimientos y habilidades al servicio de una causa justa y noble (y de paso demuestra que la justicia internacional no sirve sólo para avalar guerras y solapar criminales), o sigue donde está, recibiendo las caricias de quienes arriba son porque son sobre la sangre y el dolor de los de abajo.
Vale. Salud y que todo esto sirva para darle una oportunidad a la palabra.
Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Marcos.
Diciembre de 2002.



PD. Sepa, su señoría, que todos los insultos que me prodiga en su carta me dejan prácticamente i-n-a-m-o-v-i-b-l-e. Lo que sí me dolió, harto, es lo de la ''ridícula pipa''. Por eso ya me estoy labrando una nueva que, ya se verá, causará furor cuando la estrene en la Gran Vía y en las Ramblas. Por cierto, ¿se puede fumar frente a la Cibeles?
OTRA PD. Lo de ''barco a la deriva'' sí me tiene preocupado. ¿Quiere decir que las costas que ahora avizoro no son las de la isla El Hierro (considerada el fin del mundo hasta el descubrimiento de América), sino las de la isla de Java? Ya decía yo, cuando pasamos a un lado de Krakatoa, que, para variar y hacer honor a lo de ''zapatistas'', habíamos elegido el camino más largo. Suspiro.